Sabiduria

Quien sabe dominarse a sí mismo es como la Estrella Polar, que permanece en su sitio y todas las estrellas giran a su alrededor.

Empieza a ser de una vez quien eres y no a calcular quién serás.

Más vale el placer de un momento que la tristeza que dura una vida.

El temor a la muerte nos aparta de la vida, no de la muerte.

La ilusión despierta el empeño y solamente la paciencia lo termina

El hombre es la suma de sus fantasías.

El yo no es algo que es, sino algo que será. Es una tarea.

Cada hombre es un misterio impenetrable en vida u en muerte.

A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.

Somos aquello en lo que creemos.

Cada cual tiene la edad de sus emociones.

Nunca temas a las sombras, sólo constituyen el indicio de que en un lugar cercano hay una luz resplandeciente.
Es tan tarde tan tarde, que muy pronto podremos decir que es temprano.

Mientras perseguimos lo inalcanzable, hacemos imposible lo realizable.

Nuestra vida cambiaría si en vez de buscar buenas razones de por qué no se pueden hacer las cosas, simplemente usáramos esa energía en hacerlas.

Usted puede realizar cosas extraordinarias, no sólo porque otras personas lo han hecho, sino porque usted mismo en su vida, cuando verdaderamente se ha propuesto algo, lo ha logrado.

El mérito mayor del hombre consiste, sin duda, en dominar las circunstancias lo mejor posible y dejarse dominar por ellas lo menos posible.

El espíritu es el hombre.

Es preciosa la sabiduría adquirida con la experiencia.

El sabio no es quien sabe donde está el tesoro sino el que trabaja y lo saca.

Recuerde la regla más sabia de todas las reglas: "No hagas a los demás lo que no quieras para ti".
La sabiduría es la suma de lentos conocimientos.

Miremos que somos padres de nuestro porvenir y no hijos de nuestro pasado.

El hombre es mucho más complicado que su pensamiento.

Nadie nos pertenece salvo en el recuerdo.

El futuro nos tortura, y el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos escapa el presente.

Soy hombre: nada de lo que es humano me es indiferente.