Destino

Las cartas y los dados son los libros y los huesos del diablo.

El porvenir está en manos de los maestros de la escuela.

No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino.

Cada uno labra su propia corona, cada quien es hijo de sus obras.

Créeme en tu corazón brilla la estrella de tu destino.