El secreto de mi felicidad es tratar las catástrofes como molestias y no las molestias como catástrofes.
Cambiando nuestro corazón cambiamos nuestra vida.
Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.
El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce.
Quien puede ir por la vida sin sentir dolor quizás no haya nacido todavía.
La experiencia es algo maravilloso, nos permite reconocer un error cada vez que lo volvemos a cometer.
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un sólo instante.
Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Todos tenemos derecho a nacer ignorantes, pero no a quedarnos así.
Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar. Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonríe. La vida es clara, undívaga y abierta como un mar.
El sufrimiento es malo, pero es lo único que despierta el sueño del espíritu.
Sustituir el amor propio con el amor de los demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo.
Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
La lluvia ligera suele tener duración larga, pero las grandes tempestades son repentinas.
La felicidad interrumpida aburre: debe tener alternativas.
Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca estériles.
Cambiando nuestro corazón cambiamos nuestra vida.
Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.
El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce.
Quien puede ir por la vida sin sentir dolor quizás no haya nacido todavía.
La experiencia es algo maravilloso, nos permite reconocer un error cada vez que lo volvemos a cometer.
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un sólo instante.
Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior.
Todos tenemos derecho a nacer ignorantes, pero no a quedarnos así.
Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar. Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonríe. La vida es clara, undívaga y abierta como un mar.
El sufrimiento es malo, pero es lo único que despierta el sueño del espíritu.
Sustituir el amor propio con el amor de los demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo.
Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
La lluvia ligera suele tener duración larga, pero las grandes tempestades son repentinas.
La felicidad interrumpida aburre: debe tener alternativas.
Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca estériles.